Ante el estreno de la nueva película de Radu Muntean, rescatamos el diálogo con Alex Baciu por El Vecino con Pablo De Vita

Con guión del propio Radu Muntean junto con Râzvan Râdulescu y Alexander Baciu, Entre Valles está protagonizada por Maria Popistasu, Ilona Nrezoianu y Alex Bogdan y se estrena en España el 28 de Agosto luego de su paso por el Festival de Gijón, donde obtuvo el Premio Especial del Jurado y en el Festival Internacional Nature Namur, Mejor Película en el Haifa Film Festival, pasando entre otros por el New York Film Festival, la Quincena de Realizadores de Cannes y el Festival Internacional de Cine de Toronto. El acontecimiento permite recordar el diálogo con el guionista Alex Baciu ante el estreno de la pelicula anterior de Muntean, El vecino. 

Entre Valles narra la historia de Maria, Dan e Ilinca están en su habitual viaje humanitario de fin de año. Conducen su gran todoterreno por inhóspitas carreteras de montaña para llegar a pueblos lejanos y ofrecer bolsas con regalos y comida a los lugareños. En el camino, conocen a un anciano solitario y acceden a llevarlo al aserradero, donde supuestamente trabaja.

Luego de su reciente y exitoso paso por el Festival de Cannes, la ascendente y sólida presencia del cine rumano en las carteleras internacionales sumó un nuevo capítulo con El Vecino, de Radu Muntean (Aquel martes después de Navidad). Celebrada en la sección Un certain regard del 68 Festival de Cannes, El Vecino sigue los pasos de Sandru Patrascu, quien un día en su hogar escucha una pelea en un departamento cercano y luego la sucesión de los acontecimientos lo llevará a plantearse sobre si debió haber intervenido y a dudar sobre lo que sucedió exactamente. El guionista de esta cuidada pieza de relojería se llama Axelandru Baciu y junto al director construyó una trama donde la ambigüedad y la culpa son grandes ejes del relato: “La mayor parte de la condensación dramática está puesta en que el asunto no sea claro. Lo mejor que puedes pensar es no estar seguro de nada”, confirmó Baciu durante su paso por Buenos Aires invitado por la Embajada de Rumania durante la última edición del BAFICI. 

¿Qué lo llevó a escribir la historia de El Vecino?

Hace muchos años Radu Muntean leyó en un periódico una pequeña historia sobre una persona que regresó a su casa luego del trabajo, subió las escaleras hacia su departamento y escuchó que sucedía una pelea en otro departamento pero no intervino, y se olvidó del tema, pero a la mañana siguiente se descubrió que había una muerte ahí. Es una historia real que sucedió hace quince o veinte años atrás donde no estaba claro como había sucedido esa muerte. ¿Fue un accidente o no?


¿Usted hizo una investigación sobre el caso real?

No ninguna. Solo la tomé como punto de partida para la historia, tú tienes todos los días tu vida normal y de repente te transformas en un testigo,  quizás no uno completo, pero sí al menos en un testigo auditivo. 


¿Cómo es el trabajo sobre la culpa en el film?

El guión tuvo un largo proceso de escritura con muchas horas de conversación entre nosotros. El tema de la culpa estuvo presente desde el primer momento en el que te detienes a escuchar algo que se supone que no deberías estar oyendo. Porque es obvio que interviene en la vida privada y se despierta una curiosidad sobre que sucedió: el momento en el cual escuchas los gritos y si debías haber intervenido directamente o pensar “listo, no es mi asunto”. 


En los comienzos, usted y otros realizadores del Nuevo Cine Rumano no tenían medios y tampoco una gran historia del cine de su país detrás…

En los tempranos 90 era imposible conseguir financiación pero la joven generación trabajaba de manera muy unida, casi como una unión artística, que permitía luego conseguir un poco de dinero. El Centro de Cinematografía daba pequeños aportes pero para fue igualmente muy arduo. Cuando finalmente cambió esta estructura fue en simultáneo con el reconocimiento internacional a esta generación de cineastas rumanos. No es tan difícil aunque la financiación es mucho más pequeña que en otro país europeo. Si deseas hacerte rico no es el caso del cine rumano.

¿Que piensa de la fama mundial del Nuevo cine rumano?

Es una pregunta muy difícil porque no soy crítico ni historiador, sólo puedo decir que algunas veces, desde ciertos países y por cierto período de tiempo –como con el cine iraní o el cine coreano- algunos talentos emergen. Para mi la explicación se basa en la posibilidad de la total libertad artística de este cine rumano, no hay un productor que te obligue a cambiar la historia ni nadie que te diga que hacer, nadie interfiere, tampoco la política. Así siempre hay por año seis o siete películas en mi país muy interesantes. 


¿Las películas del Nuevo cine rumano en su país son muy convocantes?

No, por desgracia. Rumania tenía una estructura de producción muy centralizada desde los días del estado comunista pero después se privatizó la labor en el cine y quedaron grandes espacios sin salas. Pero poco a poco exhibidores independientes se ocupan de abrir salas al margen de los shoppings y los multiplexs que muchas veces no son lugares ideales para ver estas películas, y si lo son las salas especializadas. Hay un grupo consecuente que sigue la presencia de este cine en Rumania, pero no es mayoritario. Debería pensar en mudarme a Buenos Aires. ¡Las películas rumanas tienen mayor éxito aquí que en Rumania!