Soñando un lugar, el cine español en tiempos de Covid, por Pablo De Vita
Dentro de las actividades desarrolladas por el Festival Internacional de Cine Ambiental FINCA en su quinta edición se realizó un conversatorio con el director Alfonso Kint, presente en la selección oficial con su película Soñando un lugar.
"Ojalá este espacio pueda garantizar el emcuentro humano que tanto deseamos y es una forma virtual pero en el alma esta el encuentro personal que vamos a tener en las salas, esperemos que pronto, pero de todas maneras estas plataformas y estos espacios nos estan permitiendo estar más cerca", señaló en su bienvenida Florencia Santucho para agregar: "Y consumiendo menos huella de carbono así que eso también es algo importante", añadió. Claro, es el Festival Internacional de Cine Ambiental que se realiza en la capital argentina por quinto año consecutivo y, por primera vez, de manera íntegramente virtual en virtud de las restricciones planteadas por el Covid-19.
La charla, desarrollada desde Aragón por el director Alfonso Kint y entrevistado por Jhon Ciavaldini, permitió conocer detalles de su película Soñando un lugar, que integró la Competencia Oficial de Largometrajes. "La idea comenzó sin querer. No quería al principio hacer este documental. Estaba buscando algo con lo que grabar", comenzó señalando Kint, "Estaba yo en Madrid diciendo ¿que puedo hacer con esto? y pense que me gustaría grabar un cambio, que estuviera ahi y se reflejara en la cámara. Eran momentos en Madrid en los que estaban ocurriendo cambios a nivel político y económico, bueno en todo el mundo, era la gran crisis, la anterior a esta", añadía el director al rememorar el fenómeno del 15M y su consideración de grabar el testimonio de esta ebullición que no culminó en una transformación definitiva aunque si medio en la migración de muchos ciudadanos del entorno urbano a los pueblos. "El gran cambio fue salir de Madrid, salir de la ciudad y buscar ese cambio en lo rural. Todo comenzó como un encuentro con lo rural que después vino como el desencanto. No sabia lo que era la despoblación hasta que llegué hasta aquí", señalaba el director sobre este encuentro accidental de su vivencia transmitida a través de la cámara tal como testimonio Soñando un lugar.
El documental relata el traslado de una familia joven a un pequeño pueblo que los obliga a reinventarse lejos de la cosmovisión que plantea la gran ciudad. "Es una oportunidad única, que te lo pone en bandeja la naturaleza", confiaba Kint al transmitir su vivencia de un documental rodado mientras los acontecimientos sucedían. ¿Que piensas de la dicotomía ciudad/pueblo? preguntó Ciavaldini confiando el realizador que no cree en esa división porque uno se nutre del otro: "La comida que llega a las ciudades se crean en los pueblos... son realmente parte de lo mismo", para señalar que cree que mucha gente que esta en las ciudades debería plantearse extenderse en la geografía despoblada que plantean las concentraciones urbanas planteando la necesidad de programas de reinserción por parte de los gobiernos. Ante la pandemia la película actualiza una reflexión que involucra diferentes grados de problemas frente al aislamiento en un pueblo donde no ha habido un solo caso de Covid-19. "La gente que ha visto las noticias que son gente mayor, que la mayoría son de 80 años en la media, tienen miedo y se les ha visto más coartados y se les ve aún con miedo por las calles, con la mascarilla y tal cuando no ha habido aquí ningún caso de coronavirus. Creo que cuando hemos parado todos, esa gente de las ciudades se ha sentido igual que como yo puedo sentirme en un pueblo despoblado. Con las calles desiertas. No ha habido contaminación, no ha habido tanto paso de aviones, no ha habido humos, se ha reestablecido bastante lo que es el medioambiente. Los animales, se han visto muchos pájaros, todo verde, ha llovido más. El tiempo ha cambiado y no he vivido un tiempo así desde... no sé, no lo recuerdo. Hace cincuenta años era asi el tiempo, con tanta lluvia y tal, yo cuando llegué esto era un desierto y ahora esta verde todo. con lo cual algo nos tiene que decir eso y leer entrelíneas", reflexionó el realizador cuya trayectoria es multimedial como director, pintor, guionista o video-artista e incluye desde trabajos como dibujante de storyboards a la labor en films de Fernando Trueba o Sergio Renán, clips de bandas como Las Ketchup y Reincidentes o una innumerable cantidad de publicidades.
El film integró la competencia entre un total de 8 realizaciones denro de la Selección competitiva de largometrajes, entre todas las competencias se agrupan 24 en total, que hacen foco en las realidades medioambientales contemporáneas desde países como Austria, Noruega, Canadá, Indonesia, Brasil y Portugal. Para Alfonso Kint, su presentación en el festival porteño es la posibilidad de continuar un camino que le permitió al largometraje conquistar el premio al Mejor Documental de Temática Social, Premios Simón de Zaragoza, la Mención Honorífica. Festival Cine Eco Seia de Portugal y el Mejor Documental de Arte. Master Doc Festival, Los Angeles, en este año.