Recuerdo y anécdota de Michel Piccoli (1925-2020), por Oscar Peyrou
El 12 de Mayo de 2020 falleció a los noventa y cuatro años victima de un accidente cerebrovascular el extraordinario actor francés que hizo cumbre también en el cine español de la mano de Luis Buñuel y Luis García Berlanga como parte de los 200 títulos de su magistral filmografía. Acalladas las voces de los obituarios, recordamos un evento íntimo, personal, y que integra el libro Al entrar en el río.
Hace unos 15 años, el Festival de Cannes organizó una cena en el hotel Carlton para conmemorar un aniversario de la vida o de alguna película de Buñuel.
En la cena éramos unas 30 personas. Están los embajadores de España y de México, el secretario de Cultura español, los directores de los institutos de cine de esos dos países, además de actores, productores y amigos relacionados con el realizador aragonés.
Comienzan los discursos. Todos los oradores, sin excepción, son franceses, y todos hablan de Buñuel como si fuera francés. Ninguna referencia a México o a España. Los funcionarios de éstos dos países permanecen mudos. Ni una protesta, ni una queja, ni un comentario. Cuando termina de hablar el último orador, Michel Piccoli, que está cerca de donde estoy yo, da un violento golpe sobre la mesa y dice en voz muy alta:
-Mais Buñuel etait espagnol!
Se hace un gran silencio, pero nadie reacciona. A mí no me interesa mucho ni el cine de Buñuel, ni Buñuel mismo, ni la nacionalidad de nadie, así que no sé porqué me pongo de pie, me acerco a Piccoli y le digo:
-Je suis argentin, mais au nom du peuple espagnol, je vous remercie pour ce que vous avez dit.
Piccoli se levanta y me abraza. Yo, algo sorprendido, también lo abrazo.
El silencio se prolonga un momento más. Después, va subiendo lentamente el murmullo de las conversaciones, como si no hubiera pasado nada.
(Diplomáticos, Al entrar en el río, Ediciones Canibaal, 2013)
Hace unos 15 años, el Festival de Cannes organizó una cena en el hotel Carlton para conmemorar un aniversario de la vida o de alguna película de Buñuel.
En la cena éramos unas 30 personas. Están los embajadores de España y de México, el secretario de Cultura español, los directores de los institutos de cine de esos dos países, además de actores, productores y amigos relacionados con el realizador aragonés.
Comienzan los discursos. Todos los oradores, sin excepción, son franceses, y todos hablan de Buñuel como si fuera francés. Ninguna referencia a México o a España. Los funcionarios de éstos dos países permanecen mudos. Ni una protesta, ni una queja, ni un comentario. Cuando termina de hablar el último orador, Michel Piccoli, que está cerca de donde estoy yo, da un violento golpe sobre la mesa y dice en voz muy alta:
-Mais Buñuel etait espagnol!
Se hace un gran silencio, pero nadie reacciona. A mí no me interesa mucho ni el cine de Buñuel, ni Buñuel mismo, ni la nacionalidad de nadie, así que no sé porqué me pongo de pie, me acerco a Piccoli y le digo:
-Je suis argentin, mais au nom du peuple espagnol, je vous remercie pour ce que vous avez dit.
Piccoli se levanta y me abraza. Yo, algo sorprendido, también lo abrazo.
El silencio se prolonga un momento más. Después, va subiendo lentamente el murmullo de las conversaciones, como si no hubiera pasado nada.
(Diplomáticos, Al entrar en el río, Ediciones Canibaal, 2013)
Jacques Daniel Michel Piccoli nació en una familia de músicos. Debutó en el cine en 1945 como figurante y sus primeros papeles relevantes se los ofreció en 1949 el realizador Louis Daquin.
trabajó con Jean Renoir, René Clair, Luis Buñuel, Alain Resnais, Jacques Demy, Jean Luc Godard, Agnes Varda, Alfred Hitchcock, Marco Ferreri, Carlos García Berlanga y Nanni Moretti, entre otros.
Las películas más recordadas por los críticos y el público son: Belle de jour, La gran comilona, Diario de una camarera, El discreto encanto de la burguesía, Ese oscuro objeto del deseo o Habemus papam.
En 2015 publicó sus memorias 'J'ai vécu mes rêves', confidencias recopiladas por su amigo Gilles Jacob.
